Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec. Qué clara ilustración encontramos en estos versos de la Palabra de Dios acerca de la importancia levantar las manos cansadas de nuestro prójimo. Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec. Y las manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro de otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol. (Ex. 17:11,12).
Qué clara ilustración encontramos en estos versos de la Palabra de Dios acerca de la importancia levantar las manos cansadas de nuestro prójimo. Aarón y Hur fueron hombres que entendieron la necesidad de ayudar a Moisés a mantener las manos en alto para vencer en el campo de batalla en contra de los amalecitas.
Hay experiencias en la vida que nos hacen desfallecer, que nos hacen bajar nuestras manos y rendirnos a una actitud pesimista, derrotista, poco auspiciosa. Necesitamos contar con personas a nuestro alrededor que tengan la disposición de ayudarnos en esos momentos cuando parece que nuestra fe desmaya. Al enfrentamos a este tipo de situaciones tenemos la tendencia a aislarnos de los demás y asumimos una actitud que nos daña física, emocional y espiritualmente. En un mundo tan individualista y competitivo necesitamos desarrollar la habilidad de tener amigos que estén a nuestro lado en las buenas y en las malas, cuando todo está tranquilo o en medio de la tormenta, en los momentos de abundancia y de escasez. Dice la Palabra del Señor que “en todo tiempo ama el amigo” Una persona que esté dispuesta a sacrificarse por nosotros.
¿Cuáles son las características que nos ayudan a definir si una persona es levantadora de manos? La primera característica es sensibilidad, es una persona que constantemente está mirando la necesidad de su prójimo.
La segunda característica es generosidad, es una persona que va a estar dispuesta a dar de su tiempo y recursos para ayudar a un amigo.
La tercera es fe, es una persona que camina y vive confiando en las maravillosas promesas de Dios y transmite esa confianza hacia su prójimo.
Y la cuarta característica de un levanta manos es amor, una persona que no solo expresa el amor con sus palabras sino, también con sus acciones.
Quisiera animarte a ser un levanta manos, entonces la pregunta importante es ¿a quién le estas levantando las manos? Donde quiera que estés mira a tu alrededor, se sensible a la necesidad de las personas que te rodean, se generoso y da de tu tiempo y de tus recursos para bendecir al desanimado, contagia a tus amigos con tu fe, tu confianza y finalmente demuestra tu amor con acciones concretas.
¿A quién puedes levantar las manos hoy? ¿A quién puedes animar con tu presencia? ¿Cuál de tus amigos está pasando un momento difícil y necesita de tu ayuda? ¿Podrías enviar una nota de saludo? ¿Tal vez llamarle por teléfono? ¿Visitar a alguien? ¿Quieres tu imitar el ejemplo de Aarón y Hur?
Dios bendiga y guarde cada uno de tus pasos, y ojalá, que si un día te sientes cansado o agobiado, pueda alguien ayudarte a levantar las manos y clame a Dios por ti.
Virgilio Santana Ripoll