Aprendió tanto de sus errores que cuando tropezaba, en lugar de caer, volaba”- Alex Rovira.
Alguna vez leí que atravesar una tormenta emocional en la vida tenía el sentido mismo de su ocurrencia: las tormentas y sacudidas en la vida de las personas ocurren por algo, para que no vuelvas a ser la misma persona de antes de que ocurriese.
Cuando pasamos por cosas desagradables añoramos nuestro estado emocional anterior, sufrimos muchísimo porque decimos “por qué a mí, por qué yo, es una injusticia” y pare usted de contar. Pasa que creemos que por ello hemos perdido parte de nuestra esencia e incluso inocencia en el mundo. Nos sentimos raros, confusos, no llegamos a entender el valor que el dolor puede llegar a tener.
Con los golpes fuertes de la vida pueden ocurrir dos cosas: o te hundes, o renaces como una persona mejor que la anterior.